CORRAL DE LUZ HIPNOTIZADA
Ropa tendida, humilde y pueblerinamente,
en el silencio deslumbrado de las cinco:
banderas derrotadas que no besan el polvo
pero dentro contienen personas bocabajo,
humilladas en su estatura modesta
como reyes antiguos que vendieron
el balandrán poluto a los museos.
Pero estos de ahora, y sobre todo éstas,
lavaron muy lavadas sus holgadas mudas
antes de resignarse pecho a tierra,
por si había que recibir a la muerte con decencia.
Y ahí están, en suspenso la respiración:
mandan un sano olor caliente a tonsura labriega.
[31 de agosto 2006.]
Luis Cañizal de la Fuente