SONETO CCLV
Pues siempre sin cesar, mis ojos tristes,
En lágrimas tratáis la noche el día,
Mirad si es lágrima esta que os envía
Aquel sol por quien vos tantas vestistes.
Si vos me aseguráis, pues ya la vistes,
Que és lágrima, será ventura mía;
Por empleadas bien desde hoy tendría
Las muchas que por ela sola distes.
Mas cualquier cosa mucho deseada,
Aunque viendo se esté, nunca es creída;
Y menos esta, nunca imaginada.
Pero della aseguro, si es fingida,
Que basta ser por lágrima enviada,
Para que sea por lágrima tenida.
Luís de Camões