SONETO CVIII
Yerros míos, mala fortuna, amor ardiente
En mi perdición se conjuraran;
Los yerros y la fortuna sobraran,
Que para mí bastaba amor solamente.
Todo pasé; mas tengo tan presente
El gran dolor de las cosas que pasaran,
Que las heridas airadas me enseñaran
A no querer ya nunca ser consecuente.
Erré todo el discurso de mis años;
Di causa a que la Fortuna castigase
Mis mal fundadas esperanzas.
De amor no vi sino breves engaños.
¡Oh, quién tanto pudiese que hartase
Este mi duro Genio de venganzas!
1616
Luís de Camões
Traducción de José Carlos de Nóbrega