EN UN HOSPITAL
Tabernáculo abierto de dolores
Que ansía echar el mundo de su seno,
Como la nube al estruendoso trueno
Que la puebla de lóbregos rumores;
Plácenme tus sombríos corredores
Con su ambiente impregnado del veneno
Que dilatan en su ámbito sereno
Los males de tus tristes moradores.
Hoy que el dolor mi juventud agosta
Y que mi enfermo espíritu intranquilo
Ve su ensueño trocarse en hojarasca,
Pienso que tú serás la firme costa
Donde podré encontrar seguro asilo
En la hora fatal de la borrasca.
Julián del Casal