LA MAÑANA Y LA TARDE
La cándida mañana es la alegría,
Ufano el mundo muestra su riqueza
Al resplandor del día:
La tarde es la tristeza.
La misma luz que en el risueño prisma
De la gentil mañana en ondas arde,
La misma luz, la misma,
¡Qué triste es a la tarde!
Todo es alegre en la mañana hermosa,
Que el cielo, el mar y las montañas viste
De nácar y de rosa;
Todo en la tarde es triste.
Tú eres la luz gentil, risueña y vaga
De que hace el alba azul altivo alarde
Yo soy luz que se apaga;
Soy vapor de la tarde.
Tú eres germen de amor y de belleza;
Yo sombra triste de la pena esclava:
Tú eres vida que empieza;
Yo soy vida que acaba.
El sol te sigue, y con su lumbre bella
Tu sien corona sonrosada y pura;
Sigue en pos de mi huella
Ciega la noche oscura.
Tú vas con tu inocencia alborozada;
Yo a mi oscuro saber nome acomodo:
Tú aún no has visto nada;
Yo lo he visto ya todo.
José Selgas y Carrasco