CONCIENCIA PLENA
Tú me llevas, conciencia plena, deseante dios,
por todo el mundo.
Y en este mar tercero,
casi oigo tu voz;
tu voz del viento
ocupante total del movimiento;
de los colores, de las luces
eternos y marinos.
Tu voz de fuego blanco
en la totalidad del agua, el barco, el cielo,
lineando las rutas con delicia,
grabándome con fúljido mi órbita segura
de cuerpo negro
con el diamante lúcido en su dentro
Juan Ramón Jiménez