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SOL
I
Allá en el fondo
de mi biblioteca,
el sol de última hora, que confunde
mis colores en luz clara y divina,
acaricia mis libros, dulcemente.
II
¡Qué clara compañía
la suya; cómo agranda
la estancia, y la convierte, llena,
en valle, en cielo —¡Andalucía!—,
en infancia, en amor!
III
Igual que un niño, como un perro,
anda de libro en libro,
haciendo lo que quiere...
Cuando, de pronto, yo lo miro,
se para, y me contempla largamente,
con música divina, con ladrido amistoso, con fresco balbuceo...
y IV
Luego, se va apagando...
La luz divina y pura
es color otra vez, y solo, y mío.
Y lo que siento oscuro
es mi alma, igual que
si se hubiera quedado nuevamente
sin su valle y su cielo —¡Andalucía!—,
sin su infancia y su amor...
Juan Ramón Jiménez