Como una rueda visible
del cielo, la luna roja
va acarreando la noche
sobre la campiña sola.
—Aquí y allá, en las colinas,
los perros, ya entre las sombras,
se vuelven, un punto, y ladran
a su enorme luz redonda—.
Lo que trae el carro es sueño
de no sé qué mano pródiga,
de cuyo dueño, tan sólo
se ven estrellas remotas.
Juan Ramón Jiménez
Titulado PRESENCIA DEL CAMPO en Leyenda.