CANTO PRIMERO
VI
La tierra, que en sus hijos temerosa
El mal futuro siente y prefigura,
En su inmóvil asiento no reposa
Ni con su fijo centro se asegura:
Saca del pecho, airada y presurosa
Suspiros que la luz vuelven oscura,
Y con ansias sin número y extrañas,
Ofrece a los vivientes sus entrañas.
José de Villaviciosa