ESE PERRO
(Goya)
Hundido en las arenas de lo inexplicable,
que tienen el color de la nieve dorada por la incuria,
trepando a lo incógnito,
ese perro
ve alzarse frente a él dolor en llamas.
Estupor, desvarío, temor
hay en sus ojos,
soledad en su testa,
decisión en su esfuerzo,
lucidez en su angustia,
resignación en su miseria y pequeñez,
amor en su trazado.
Ese perro
ya ve.
Ve y comprende. Es su dueño.
Jesús Munárriz