LA BANDERA DE MAYO
Al cielo arrebataron nuestros gigantes padres
El blanco y el celeste de nuestro pabellón,
Por eso en las regiones de la victoria ondea
Ese hijo de los cielos que no degeneró.
Cual águila en acecho se alzaba sobre el mundo
Para saber que pueblos necesitaban de él;
Y llanos y montañas atravesando y ríos,
La libertad clavaba donde clavaba el pie
Del cóndor de los Andes las alas no pudieron
Seguir en sus victorias al pabellón azul:
Ni la pupila impávida del ágila, un momento,
Pudo mirar de frente su inextinguible luz.
¡Alcemos sus colores con vanidad, hermanos!
De nuestra gran familia el apellido es él;
Dos bandos fratricidas le llevan en sus lanzas,
Mañana en torno suyo se abrazarán también.
Valparaíso, Mayo 25 de 1846.
Juan María Gutiérrez