DONCEL PÓSTUMO
Caliente amarillo: luto
de la faz desencajada;
contraluz que es tributo
y auge de la presunta nada,
¡muerte! Por la hundida ojera
se asoma la calavera,
ojo avizor de un secreto
que estudia bajo la piel
su salida de doncel
póstumo: don de esqueleto.
Juan José Domenchina