ROMA
Envuelta en sangre y pavoroso estrago
Combate Roma con feroz anhelo:
Llena el mundo su nombre, sube al cielo.
Y las naciones tiemblan a su amago.
Su águila fiera por el aire vago
Hiende las nubes con ardiente vuelo,
Y apenas mira en el distante suelo
Las ruinas de Corinto y de Cartago.
¿Qué la valió? Carbón, Mario implacable,
Y Sila vengador y César fuerte
Huellan del orbe a la infeliz señora.
Y otros... ¡Oh Roma grande y miserable
Que ansiando lauros y poder de muerte,
No supo ser de sí reguladora!
José María Heredia