XXVI
En realidad lo que me duele es la derrota.
Los exiliados son inquilinos de la soledad. Pueden corregir su memoria, traicionar, descreer, conciliar, morir, triunfar. En este último caso, se miraron la cara como si fuese suya: estaba llena de traidores, descreídos, conciliadores, muertos, y también de compañeros que murieron con fe y arden bajo la noche y repiten sus nombres y no dejan dormir.
Nadie te deja dormir para que veas las distancias.
Crujís de huesos, vos.
Así sea.
roma / 9-12-80
Juan Gelman