LA ROSA
Ayer vi en el jardín la blanca rosa:
Cedía de las brisas al vaivén;
La cogí y sus espinas una a una
Solícito arranqué.
A mi amada llevábala dichoso:
No tenían sus dedos que temer;
Del amor arrancadas las espinas
Creí... mas me engañé.
En el fondo del cáliz de la rosa
Una gota de lluvia contemplé;
y la flor y la gota temulenta
Le di a mi amor después.
Al cogerla la bella entre sus manos,
Como llanto la gota vi caer;
Yo pensé que el amor tenía sus lágrimas
Y ya... no me engañé.
Mayo 21 de 1881
Joaquín González Camargo
(Bogotano, número 13)