CARLOS RUIZ-FUNES
Criatura impelida, gran destino,
A bien plantar su ser, aposta acorde.
Con eso que está ahí.
Visible en ese puente bien alzado.
Sobre el abismo que al varón separa.
De cualquier otro bajo el sol radiante.
Impasible, común, indiferente.
Carlos Ruiz-Funes, favorable el ímpetu.
Tiende sonrisa y mano, precedidas
Por la iluminación
De un alma ya en los ojos, ya fraternos.
A quien apoya entonces
Una tranquila fuerza desarmada.
A la vida, que es dura,
Presenta un buen semblante de risueño,
Posible entre los ruidos,
A pesar de los ruidos. Se imponía
Desde un alma el acierto
Del tirador que apunta y da en el blanco
De la felicidad.
Y para todos.
La Jolla, California, enero de 1968.
Jorge Guillén