EL RETRASADO
De prisa, de prisa, de prisa
¡Paso!
A los pies el alma se lanza,
y el sol por el suelo se alisa.
¡Qué bello,
por fin mi atropello!
El suelo a este paso se rinde más raso.
La vida es cruel y precisa
¡Cómo ahora se abraza a mi tardanza!
De prisa, de prisa, de prisa.
Jorge Guillén