SIN LAMENTO 1
Oigo crujir una arena.
¿Es aquí?... Nadie la pisa.
En el minuto resuena
(¡Cuánta playa nunca lisa!)
Mucho tiempo: va despacio.
¿Por qué fluctúa reacio,
Hostil a su movimiento?
¡Lenta la hora, ya es todo
Breve! —¡Bah! Por más que el codo
Cavile, no, no hay lamento.
Jorge Guillén
1 También titulado DE PASO POR LA TRISTEZA