EL HORIZONTE
Riguroso horizonte.
Cielo y campo, ya idénticos,
Son puros ya: su línea.
Perfección. Se da fin
A la ausencia del aire,
De repente evidente.
Pero la luz resbala
Sin fin sobre los límites.
¡Oh perfección abierta!
Horizonte, horizonte
Trémulo, casi trémulo
De su don inminente.
Se sostiene en un hilo
La frágil, la difícil
Profundidad del mundo.
El aire estará en colmo
Dorado, duro, cierto.
Trasparencia cuajada.
Ya el espacio se comba
Dócil, ágil, alegre
Sobre esa espera —mía.
Jorge Guillén