EL SEDIENTO
¡Desamparo tórrido!
La acera de sombra
Palpita con toros
Ocultos. Y topan.
Un sol sin aleros,
Masa de la tarde,
Convierte en silencio
De un furor el aire.
¡De prisa, que enfrente
La verja franquea
Su reserva!... ¡Huele,
Huele a madreselva!
Penumbra de olvido
Guardan las persianas.
Sueño con un frío
Que es amor, que es agua.
¡Ah! Reveladora,
El agua de un éxtasis
A mi sed arroja
La eternidad. —¡Bebe!
Jorge Guillén