III
Cerca del ancho río que murmura,
en las arenas que el cenit rescalda
vela el caimán, cuya rugosa espalda
parece cordillera en miniatura.
Viendo nadar sobre la linfa pura
lustroso pato de plumaje gualda,
como túrbido grano de esmeralda
agranda el ojo entre la cuenca dura.
Pérfidamente sumergido un rato
en la líquida sombra, de repente
aprietan sus mandíbulas al pato;
entonces flota la dispersa pluma,
abre un círculo enorme la corriente,
y tiembla, sonrojándose, la espuma.
José Eustasio Rivera