CLEMENTINA
De finos suaves colores
la nochecita le llaman;
y así también se le nombra
por los misterios que guarda.
Cuando al tumulto se acerca
de cien muchachas bonitas,
yo veo, entonces, que viene
con ella la luz del día.
Mas, a los chicos alegres
si Clementina se llega
repito —llega la noche
para que todos se duerman.
José María Eguren