ROMANZA DE LIMA
Mansión evocativa
de las risueñas horas,
en los cuentos azules
y gracias melodiosas.
Tus escalas festivas
repiten el acento
de las inolvidadas
figuras del ensueño.
Como en flabel rosado,
siluetas inconstantes
alegran la florida
terraza de la tarde.
Como miradas tenues
de antiguos pensamientos
se asoman tus balcones
galantes de recuerdos.
Parece que en la sombra
se arrodillan las torres,
en una vespertina
de azules oraciones.
Por los patios gentiles,
donde juegan los niños
hay una pintoresca
tonada del destino.
En salas infantiles
como una rondinela,
el mago venturoso
modula: vive y sueña.
Y vemos delicadas
en una maravilla
de blancuras paganas
las rosas de las niñas.
Fina inquietud de gracia,
ciudad de los anhelos,
que un tiempo traducía
los enigmas inciertos.
Renace esperanzada,
con transparencias nuevas
de niña que en la aurora
la música despierta.
José María Eguren