MARCHA ESTIVA
Da vespertino rayo la zarca luna,
ronda efímera verde por la laguna.
Por las aguas doradas dichosa vuelas
celebrando la vida, con tarantelas.
Ya miras las luciolas de los jardines,
y en ribereñas casas los lamparines.
Y en tu vuelo, soñando buscas la orquesta
de la luz nacarina por la floresta.
Ni temes las cercanas plomizas lluvias;
y en la laguna gozas las fiestas rubias.
Y desoyes la culpa de las ninfeas
por los juegos de amores que centelleas.
En tus celos las alas tiendes veloces
a la naciente imagen que desconoces.
Tú, ideal tempranero que el mundo invoca,
dejas tanta hermosura por fuga loca.
Y sueñas instintiva o iluminada
en la luz de la muerte. ¡Flor de la nada!
José María Eguren