ODA SÁFICO-ADÓNICA
A LA NAVE EN QUE SE EMBARCÓ ORTELIO EN BILBAO PARA INGLATERRA
Ya deja Ortelio la paterna casa,
ya le recibes, navecilla humilde,
ya queda lejos la jamás domada
cántabra gente.
Nave que llevas tan amable vida,
céfiro grato llévete sereno,
hasta que pongas a la amiga costa
áncora firme.
Alce Neptuno el húmido tridente,
abra las ondas para darte paso,
salgan en coros ninfas y tritones
para guiarte.
Ni toques costa, ni movible arena,
ni sople hinchado contra tu velamen,
gúmena y jarcia, desde el alto polo
hórrido norte.
Las naves altas de cañón tremendo,
con la bandera del amado Carlos,
no te abandonen al atroz pirata
que África cría.
Ni temas golpes de la suerte aleve.
Yo pido al cielo para ti bonanza,
y al que le ruega por su dulce amigo,
Júpiter oye.
Dalmiro. José Cadalso
Versión de Luis Salas a partir de la reproducción digital de la Biblioteca Virtual Cervantes del manuscrito 3.804 (Poesías inéditas de Cadahalso) de la Biblioteca Nacional de España (Madrid).