VELAS SOBRE UN RECUERDO
Todo estático,
menos la sangre mía y la voz mía,
y el recuerdo volando.
Todo el lecho en un cántico de fuego
echando a andar las ondas del reclamo.
La misma pared siente
que ha bajado a llamarte entre mis labios.
¡Qué grandioso el silencio de mis dedos
cuando toman el verso de los astros,
que se cuelan en rápidas guirnaldas
para esculpirte en luces por mis brazos!
Va gritando tu nombre entre mis ojos,
el mismo mar, inquieto y constelado.
Las olas más infantes te pronuncian,
al girar por mis párpados mojados.
Todo es ágil ternura por mi lecho,
entre cielos y ecos conturbados.
Con tu sendero vivo en mi flor íntima,
he movido lo estático...
Julia de Burgos