PRÓXIMO A DIOS
¡Ya estamos en las aguas sin playas del amor!
Nuestros ojos tendidos abarcarán el cosmos.
Nuestros pasos unidos secundarán la ruta
de las hojas más altas,
y habrá revolución en el espacio.
Nuestras manos fecundas sangrarán las heridas
de los pobres del mundo
desde la arteria inmensa del ideal en carne.
La redención del hombre subirá a nuestras voces
y temblarán las sombras ausentes de vanguardia.
Pero sobre los años convulsivos y enérgicos
tendremos noches frágiles enhebradas en calma.
(¡Cómo las sueña el sueño que en mi
emoción avanza!)
Recostaré en tus ojos todo el fulgor intenso
de mis horas en lágrimas;
y tú amarás mis brazos
como niño pequeño que a su madre se atara.
¡Qué cercanos de Dios se alzarán nuestros pasos,
contagiados de alas!
Julia de Burgos