LA ÚLTIMA DONCELLA
Y mientras confundo mi mirada en tus ojos
Ante mí yerguen seres
Que antaño narraron en salmos
La amarga existencia
De aquella última y virginal doncella
Cuya flor nadie vio ni poseyó.
Y compartiré mi lujuriosa morada
Con aquellos que, como yo,
Viven inmersos en el oscuro abismo
De la vida que esculpen callados.
Con mi mirada en tus ojos
Observo, entre niebla y lágrimas,
La oscura imagen nacida
Del salmo del doncel poseído
Que anuncia su ya quebrada estancia.
Contemplé a la última doncella
Ataviada y ornada,
Cuya vida y gloria cantaron las romanzas:
Tabas y anillos adornan sus piernas,
Tabas y conchas decoran sus brazos,
Pieles y ungüentos florean en sus caderas
Cuando la niebla fecunda las aguas
Que recorren montes y brechas.
Al alba bajarán las doncellas infantas
Y escucharán las aguas que mañana llenarán
Sus sagradas y mortales pozas;
Y por el ocaso subirán,
Y serán rociadas por ancestros
Y ante mí pasarán.
Y contemplaré a la última doncella
Que brumas y agua poseyeron,
Y guardará en sus entrañas
El canto y las lágrimas que recordarán
Las ancestras ayer doncellas.
Y entre fuego y bruma,
Entre tabas y conchas,
O entre montes y pozas
Cantaré triste y callado
La romanza que cantó la última doncella:
«tyuè tö la bòlá bí tyë
i tyë tá aná tywë bëtéò’e,
tyuè tö la bòlá bí tyë
i tyë tá aná tywë bëlla»
Justo Bolekia Boleká