SONETO XXXV
Solo i pensoso i più deserti campi..
Solo y penoso en páramos desiertos
mis pasos doy, cuidosos y cansados,
y entrambos ojos traigo levantados
a ver, no vea alguien mis desconciertos.
Mis tormentos así vienen tan ciertos,
y van mis sentimientos tan cargados,
que aun los campos me suelen ser pesados
porque todos no están secos y muertos.
Si oigo balar acaso algún ganado,
y la voz del pastor da en mis oídos,
allí se me revuelve mi cuidado.
Y quedan espantados mis sentidos,
cómo ha sido no haber desesperado
después de tantos llantos doloridos.
Juan Boscán