BURLÁNDOSE DE UN CABALLERO PREVENIDO PARA UNAS FIESTAS
Sea bien matizada la librea,
Las plumas de un color, negro el bonete,
La manga blanca, no muy de roquete,
Y atada al brazo prenda de Niquea;
Cifra que hable, mote que se lea,
Bien guarnecida espada de jinete,
Borceguí nuevo, plata y tafilete,
Jaez propio, bozal no de Guinea;
Caballo valenzuela bien tratado,
Lanza que junte el cuento con el hierro,
Y sin veleta al Amadís, que espera
Entrar cuidosamente descuidado,
Firme en la silla, atento en la carrera...
Y quiera Dios que se atraviese un perro.
Luis de Góngora y Argote, 1598