POEMA DE LA SOLEÁ
¡AY!
El grito deja en el viento
una sombra de ciprés.
(Dejadme en este campo,
llorando).
Todo se ha roto en el mundo.
No queda más que el silencio.
(Dejadme en este campo,
llorando).
El horizonte sin luz
está mordido de hogueras.
(Ya os he dicho que me dejéis
en este campo,
llorando).
Federico García Lorca, 1921-1924