¡Oh, celos, mal de cien mil males lleno,
interior daño, poderoso y fuerte,
peor mil veces que rabiosa muerte,
pues bastas a turbar lo más sereno!
Ponzoñosa serpiente, que en el seno
te crías, donde vienes a hacerte
en próspero sujeto adversa suerte
y en sabroso manjar crüel veneno.
¿De cuál valle infernal fuiste salido?
¿Cuál furia te formó?, porque natura
nada formó que no sirviese al hombre.
¿En qué constelación fuiste nacido?
Porque no sólo mata tu figura,
pero basta a más mal sólo tu nombre.
Hernando de Acuña