SONETO EN PRISIÓN DE FRANCESES II
Lo que es mortal padece esta prisión,
que lo inmortal, señora, está en la vuestra;
ésta tiene de mí sólo la muestra
la vuestra tiene el alma y corazón.
Por donde yo no hallo por razón
que a Fortuna llamar deba siniestra,
pues ella me guió con mano diestra
a veros y a sufrir por vos pasión.
Así de todo el mal en que me ha puesto,
cuando pienso este bien en que me puso,
no sólo le perdono su mudanza,
pero aún no estando satisfecha de esto,
de cualquier otro mal también la excuso
salvándose de veros mi esperanza.
Hernando de Acuña