JUNTO AL BRASERO
La noche es tibia y perfumada,
blanco de luna está el sendero,
los niños tienen la mirada
fija en las chispas del brasero.
Sienten sus almas el descanso
y la quietud que siente alguna
garza dormida en un remanso
bajo el ensueño de la luna.
La abuela añora historias viejas
que oyen los tiernos pequeñuelos,
la abuela añora las consejas
que le narraron sus abuelos.
Les sabe hablar de una princesa
que quiso mucho a un trovador
y que murió de la tristeza
del amor.
Les sabe hablar de un rey valiente,
les vitupera a un rey cobarde,
les habla suave, suavemente
de la tristeza de la tarde.
La noche es tibia y perfumada,
blanco de luna está el sendero,
los niños tienen la mirada
fija en las chispas del brasero.
La abuela añora historias viejas
que oyen los tiernos pequeñuelos;
la abuela añora las consejas
que le narraron sus abuelos...
Juan Guzmán Cruchaga