A un doble polvo enemigo
A un doble polvo enemigo
mi rostro está sentenciado:
al uno nació ya atado;
del otro busca el abrigo.
Dos muertes lleva consigo:
una alegre, otra sombría;
aquélla siempre vacía,
ésta sin moverse espera.
Si una es ya mi calavera,
la otra es mi máscara fría.
Guadalupe Amor