Eras sereno y abstracto
Eras sereno y abstracto;
pero te fuiste esparciendo.
Un Dios te fue poseyendo
hasta que adquiriste tacto.
De este divino contacto
te vino inmenso poder,
y en tu continuo ascender
tu cómplice el viento ha sido.
Hoy todo lo has abatido.
¡Menos la angustia de ser!
Guadalupe Amor