YO SOY MI PROPIA CASA
Si el amor no lo he cantado
¿será porque lo he vivido?
Si el dolor lo he pregonado,
¿será porque va conmigo?
I
¿Por qué quise quitarme de las cosas
del mismo modo como las tomaba?
¿Por qué nunca fijé yo la mirada
en materia que tiene que morir?
¿Por qué siempre traté de resistir
a este lodo, que mancha con mirarlo?
¿Por qué intenté ir al mundo y despreciarlo,
tratando entonces de mirar al cielo?
¿Por qué busqué en la nada mi consuelo
y quise que la sombra me gustara?
¿Por qué huí de que el cuerpo me inquietara
e hiciera de mis poros sus esclavos?
¿Por qué insistía en que mis pies atados
tuvieran libertad para elevarse?
¿Por qué rogué a mi mente liberarse
de tanta combinada situación?
¿Por qué usé tan equívoca pasión
para calmar mis tenebrosas ansias?
¿Por qué traté de distinguir distancias
que ojos normales nunca pueden ver?
Porque quise —¡ay, osada!— que mi ser
tuviera un prematuro amanecer.
Guadalupe Amor