PARECE QUE DE LO QUE MUERE UNO ES DE MANIQUÍ
Parece que de lo que muere uno es de maniquí
asustado en la vidriera, inmóvil
y horizontal con ese descaro
como si uno fuera el que es bajo los claveles
y los gladiolos de alambre
por lo equívoco de las luces;
extraña sal
parece entonces que se apodera de uno
de las uñas a los párpados, se
crece por resurrección fosfórica.
Circunstancias
adversas impídenme concurrir.
Gonzalo Rojas