TRANCE EN LA NOCHE
Hiéreme ¡Oh noche! y abre tus colmenas
subterráneas, y brisas y fluidos
adelgacen los últimos sonidos
que el sueño logra transfundir apenas.
¡Cómo son musicales tus cadenas!
¡Qué asombro el de tus magmas encendidos,
y cómo tus carismas escondidos
les dan misterio a las profundas venas!
De la albufera en que nací yo quiero
trascender y subir por el sendero
del éxtasis allá donde la vida
cambió su esencia, eternizó la calma,
y el corazón geórgico y el alma
carecen de figura y de medida.
Germán Pardo García