IMAGEN DE LOPE DE VEGA
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Y tornas al altar con nueva herida
y a Su misericordia se la ofreces.
No desertor de Su jardín pareces:
es águila al breñal restituida.
Y sales a inquirir en la escondida
calleja y no encontrándole padeces,
y en celda de ladrillos atardeces
abrazado a una cruz tosca y partida.
Ya estás viejo. Y el ánima, si alerta,
para el trance final no se apresura,
mas deja un ala del zaguán abierta.
Y al presentir tu contricción madura,
Él llama al laberinto de tu puerta
manando amor por Su inmortal criatura.
Germán Pardo García