RELATO DE LOS ARCÁNGELES
Lo que os voy a decir es sólo un cuento.
Yo he sido un narrador de cosas tiernas.
Un buzo de fantásticas cisternas.
Un pobre inventador. Todo lo invento.
Había una montaña en donde el viento
se llenaba de arcángeles y alternas
apariciones entre las cavernas,
brillantes como en un encantamiento.
Creédmelo: es verdad esto que os digo,
pues fue mi propio corazón testigo
de aquella luz, de aquel deslumbramiento,
de este relato que en vosotros queda.
Y ahora, regaladme una moneda.
Yo vivo de contar y éste es un cuento.
Germán Pardo García