SERENIDAD
Serenidad de cúspide calvada
por el disparo eléctrico y la ira.
Calma del fuego en gigantesca pira
donde arde aún la eternidad lograda.
Todo momento se reposa y cada
constelación serenamente gira.
¡No será más la cólera que expira,
retando al orbe en rebelión cerrada!
Serenidad. Ya puede el mundo verme
después de conquistarla y conocerme
tal como soy, con toda mi divina
consternacion de montes apagados,
donde duermen mis ojos encastados
de luceros y bestia masculina.
Germán Pardo García