ELEGÍA DE UN CIELO
¿Cómo llamarte, cielo decaído,
que dispersas caóticas cenizas
en un aire mortal donde eternizas
brazos en cruz y témpanos de olvido?
Te llamaré diamante ensombrecido;
arco triunfal que nada simbolizas;
espejo sin figuras que agonizas;
imagen de otra imagen que he perdido.
Vengo a callar al pie de tus derrotas
y tus aniquilados monumentos.
No a estremecer tus estelares ruinas
ni a desolar el llanto que no brotas,
y que vaga desnudo entre los vientos
de todas tus catástrofes divinas.
Germán Pardo García