LA PALABRA DE LA ALEGRÍA
He aquí manifestada mi potencia.
Única imagen mía que perdura,
en esta voz de Espíritu y ternura,
intacta en su divina transparencia.
Palabra de alegría y de clemencia.
Instrumento del cántico y dulzura
del corazón, que fluye en su amargura,
cada vez más sin nombre y sin presencia.
Está cerca mi tránsito. Ha venido
la última angustia a coronar mi olvido.
Mas esta voz, que es vida, se levante
hasta la luz de gloria que evidencio.
La soledad la llene de silencio,
y el corazón recóndito la cante.
Germán Pardo García