A LAS VOCES DE LOS MUERTOS
Voces sin verbo que las cante. Humanas
voces por siempre lejos de la vida,
y que una ansiedad desconocida
nos hace oír al corazón cercanas.
Celestes voces. Lenguas soberanas
de los muertos: yo os amo, y está unida
a vuestro amor mi lengua conmovida
aún por nombres y por glorias vanas.
Voces cánticos. Arpas fieles. Lira
de un alto coro que en lo eterno gira.
Estoy al fin para escucharos listo.
Voces que sois como un derrumbamiento
de campanas al júbilo y al viento,
en las ciudades diáfanas de Cristo.
Germán Pardo García