A LA GLORIA DEL AMOR
Alto el amor, surgía en mis desvelos
semejante a una cúpula de oro,
desde la cual, ante el divino azoro,
dilatábanse al par mares y cielos.
Suprema luz. Apasionados vuelos.
Iris de gloria. Resonante coro
y estío que volcaba su tesoro
de ilesa mies sobre dorados suelos.
Fruta en sabor de sus perfectas mieles.
Vida feraz, y en los minutos fieles,
activo corazón vuelto remanso.
Así la gloria del amor fue mía,
mientras sereno el aire diluía
la dulce soledad del tiempo manso.
Germán Pardo García