A LA BATALLA DE SEHBAL
POR JAAFER BEN ABLA
¡Ah valle de Sehbal, absorto viste
cómo contra nosotros se agitaron
varones y mujeres; y tú oíste
cuántas injurias éstas abortaron!
«Haced vuestra elección», dicen los vanos;
«Solamente tenéis dos condiciones:
o que opriman cadenas vuestras manos,
o agudas lanzas vuestros corazones».
Les replicamos: «Éstas, atrevidos,
para vosotros en la lid rabiosa;
y levantarse nunca los vencidos
logren de su caída vergonzosa».
¿Y quién sabe si acaso nos espera
en la pugna la muerte destructora,
si ha de ser nuestra vida duradera,
o cuándo de su fin será la hora?
Y en pos todo su campo recorrimos
con pie firme, sus filas deshaciendo,
y rojo el suelo con la sangre vimos,
que iba la espada en derredor vertiendo.
«Ya veis nuestra elección bien pronunciada»,
gritamos; «pues dejó el combate fiero
en nuestra mano el pomo de la espada,
en nuestro corazón el duro acero».
Gaspar María de la Nava Álvarez, Conde de Noroña