LA GOLONDRINA QUE COMÍA POTITOS
Mi amiga Jenny,
en una acera de la ciudad,
encontró una golondrina
de pocos días de edad.
Como caída del cielo
no, como caída del nido.
La golondrina no sabía volar.
En una caja de zapatos
le hizo un nido-cama,
con calcetines de lana
chachi-trijuana.
La golondrina no vuela.
La golondrina no bebe.
La golondrina no da saltitos.
La golondrina solo come potitos.
La golondrina está triste y hosca.
Yo le dije a Jenny
que le diera moscas.
Un día la bañó
y la secó con el secador de pelo.
¡La golondina
subió al cielo!
Gloria Fuertes