LA NIÑA Y LA CARACOLA
—¡Hola caracola!
—¡Hola!
—¿Cómo te llamas?
—Manola.
—¿Manola la caracola?
—La misma.
—¿Y vives sola?
—Sola con la ola.
—¿Y tú, cómo te llamas?
—Yo me llamo niña.
—¿Y qué comes?
—Como piña.
—¿Y a que sabe?
—A ala de ave.
—¡Uy qué rica,
ponte el sombrero que el sol pica!
—¡Adiós, caracola
Voy a merendar escarola!
—Adiós, princesa.
¡Dios te valga!
Yo voy a merendar algo de alga.
Y la niña se metió a su casa
y la caracola
se metió en su ola.
Gloria Fuertes