RELATO SOBRE ALGUIEN QUE POR FIN DECIDIÓ MACHACAR SU DEPRESIÓN
...Su más triste tristeza
cambió de pronto en una carcajada
aún más desconcertante
que su fase anterior.
Empezó a gritar: ¡Viva el Mapamundi!
¡Viva la viva! —dándose en el pecho.
¡Todo el mundo es bueno!
(Humildemente creo que no fue para tanto).
Gloria Fuertes